Como respuesta a las
recriminaciones que hace el Obispo de Puebla, Sor Juana redacta este texto, en
el cual contesta cada una de estas desaprobaciones de una forma poética y un
tanto autobiográfica. Sin duda alguna, se puede observar que Sor Juana desde
pequeña tenía un gran interés en el estudio; su sed de aprendizaje hizo de ella
una mujer culta y muy progresista para
aquella época. En esos tiempos debemos
de recordar que había una gran sumisión a la mujer y que la castidad estaba
sobrevalorada, por lo tanto, las mujeres sólo podrían estudiar, aprender a
escribir y enseñar en privado, ya que de otra forma se exponían a tener una
familiaridad con los hombres, lo cual era reprochado por Sor Juana. Al parecer,
esta contestación no fue inmediata dado que menciona: “el callar no es no haber qué decir
sino no caber en las voces lo mucho que hay que decir”, nada menos de esperar
de una mujer tan docta que le profesaba un gran amor por la verdad desde
pequeña y buscaba todos los medios posibles para poder estudiar. Si lo más
importante es la religión, ¿cómo entender las Sagradas Escrituras sin
conocimiento previo de lógica, retórica e historia? Esta cuestión es una
crítica tajante a la educación restringida a la mujer. Su ideal de la mujer
estaba, definitivamente, orientado a su independencia y a ser algo más que
madre o monja.
“No hay que confiar en el amigo que alaba, ni en el enemigo que desacredita.”
Cuadro Comparativo:
http://www.slideshare.net/danielatoyber/respuesta-de-la-poetisa-a-la-muy
“No hay que confiar en el amigo que alaba, ni en el enemigo que desacredita.”
Cuadro Comparativo:
http://www.slideshare.net/danielatoyber/respuesta-de-la-poetisa-a-la-muy
Daniela Toyber
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